Los autónomos fueron muy castigados en los tiempos de crisis que se produjeron a partir del 2008. Como consecuencia de eso se debe agudizar el ingenio para poder tener una buena participación dentro de una empresa, o para formar el propio negocio. En la actualidad, la salida laboral es muy difícil, y por eso, se menciona que hace falta de una inteligencia muy ágil.
Las ideas y los factores diferenciadores en los productos o servicios que se ofrecen son fundamentales para poder competir. Si se cumplen esos dos conceptos serán altamente valorados por el cliente final. Una de las salidas más factibles para esta parte de la población que se vio muy deteriorada después de los conflictos financieros, es la búsqueda de nuevas rutas de ventas de los servicios y la ampliación de los puntos.
Además, los elementos que se vayan a crear deben tener por obligación un uso distinto al tradicional. De lo contrario se caería sobre un objeto ya existente en el mercado, y por esa razón no tendría mucho éxito en los ciudadanos. La finalidad que se debe perseguir es que las personas dejen el hábito de comprar el producto de la competencia, para adquirir un nuevo componente.
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