En los últimos meses del pasado año 2012, tras la despenalización de la llamada ley Salgado promulgarán el año 2009 que venía a restringir los tipos de interés para los llamados depósitos de alta rentabilidad, la expectativa sobre la evolución de estos depósitos fue realmente alta, de hecho, las expectativas apuntaban a rendimientos bastante por encima del 4% a medio plazo.
Sin embargo, y como ya sabemos, los depósitos han vuelto a ser restringidos en cuanto a su remuneración dándose además la paradoja de situar determinadas rentabilidades ofrecidas antes de la derogación de la ley Salgado incluso por debajo, y, aunque algunos depósitos, fundamentalmente de entidades extranjeras que operan en nuestro país, siguen mostrando rentabilidades altas lo cierto es que al pequeño y mediano inversor se le vuelve a plantear la disyuntiva existente durante los pasados años; fondos o depósitos.
En este sentido casi podemos afirmar que los fondos, al menos en lo que llevamos de año, comienzan a ganar la batalla, debemos tener en cuenta que la apuesta por los fondos totalmente garantizados de parte de las entidades financieras logra convencer a los usuarios más conservadores que no desean participar de apuestas de excesivo riesgo, mientras que por otro lado el crecimiento de los fondos únicamente españoles es también una realidad en paralelo a pesar de que los datos del patrimonio de los fondos a cierre de 2012 indicarán en nuestro país una rebaja notable patrimonial sensible.
En definitiva los fondos de inversión afianzan su apuesta y, partiendo desde la amplitud de la oferta de fondos garantizados, mantienen el tipo ante el pequeño descalabro que ha supuesto la nueva limitación de rentabilidad para los depósitos.