Las ventas por Internet aumentan con el paso del tiempo. Si tenemos en consideración que de los 27 millones de internautas que hay en España, casi 12 millones adquieren productos vía online, se puede decir que las pymes y autónomos encuentran aquí un mercado perfecto para comercializar sus artículos. El ecommerce está viviendo uno de sus mejores momentos.
Se trata de un sector dinámico, con mucho margen de crecimiento, que permite a los usuarios acceder a miles de productos a través de un canal novedoso. Este tipo de sector no entiende de crisis, ya que el número de compradores cada vez es mayor y se multiplica el volumen de artículos que se adquieren por Internet. Gracias a las nuevas tecnologías, muchos negocios online han encontrado una salida distinta a los métodos tradicionales de venta. Sobre todo porque ofrece una serie de ventajas que son muy apreciadas por el consumidor.
Para que las empresas y autónomos triunfen en el comercio electrónico deben de estar lo suficientemente preparados para satisfacer las demandas de los usuarios desde cualquier tipo de dispositivo, ya sea tableta, smart tv, smartphones u ordenador. La previsión para este año es que las ventas por Internet rebasen los 15.000 millones de euros.
Diversos estudios han constatado que el 98% de las empresas nacionales con menos de diez trabajadores contaba con conexión a Internet a lo largo de 2013, de las cuales sólo el 72% presumía de página web. Estas cifras se elevan hasta el 93,8% en aquellas compañías de mayor tamaño, que rebasan los 250 empleados. Algo más de la mitad de las empresas que optan por vender online (56,4%) facilitan a los usuarios un catálogo con los productos y los precios, mientras que el 15,2% permite la opción de hacer pedidos o reservas online y el 9,1% los pagos online.
Gracias a Internet muchos negocios abren las puertas de su empresa a millones de personas. Es importante que para captar la atención de clientes de todo el mundo se genere un estado de confianza, por eso entre otras cosas se debe permitir a los usuarios que accedan a una página con varios idiomas. La gran asignatura pendiente de las tiendas virtuales españolas es la calidad y la internacionalización.