A pesar de constituir uno de los motores de impulso económico más importantes de nuestro país, lo cierto es que este colectivo (el de los autónomos) es de los más desfavorecidos, ya que desde siempre ha evolucionado soportando menos privilegios fiscales y, además, en tiempos de recesión económica es la pieza más vulnerable de todo el tejido financiero.
En un reciente estudio, realizado por la Confederación Nacional de autónomos y microempresas, CONAE, más del 70% de los autónomos encuestados declararon que su futuro se ve amenazado seriamente por el tratamiento fiscal del que son objeto y la escasa viabilidad financiera, lo que les frena irremediablemente para ampliar su actividad, encarar nuevos proyectos o, simplemente, resistir.
Pero, a pesar de sus constantes protestas, resulta curioso conocer el balance de pequeños empresarios, más del 60%, que dice no conocer las últimas medidas adoptadas por el gobierno para superar la actual crisis económica en España. Por Comunidades autónomas, Cataluña es la que mayor cifra de autónomos presenta, seguida por Andalucía, Galicia, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Madrid. El caso de Andalucía es bastante significativo, teniendo en cuenta que es la Comunidad autónoma con mayor número de pequeños empresarios generadores de empleo, es decir, que contratan trabajadores externos y, además de este hecho, sigue registrando un aumento en su cifra de nuevos afiliados.
Resulta significativo también el hecho de que, a pesar de la desprotección que surge por el tamaño de negocio de los autónomos, la mayoría declara no tener intención de asociarse o afiliarse a sindicatos o asociaciones. De los empresarios consultados, solo 1% pertenece a algún colectivo con intereses comunes, y tan solo un 3,2% se afilió el pasado año a un sindicato.